Hace muchos años, en un Hospital de
Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña
enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una
transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido
milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.
El doctor explicó la situación al hermano dela niña, y le preguntó si
estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por solo
un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: "Si, lo haré, si eso
salva a Liz."
Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama
al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo
asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas
de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa
desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: "¿A qué
hora empezaré a morirme?
Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.
Da todo por quien ames.
domingo, 2 de enero de 2011
Donación de sangre
23:23
Saritapd
1 comment
1 comentarios:
U.U
Que historia tan emotiva (L)
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